Podría hacer una lista muy larga de todas las cosas que amo y me encantan de ti, y así mismo podría hacer una entrada cada día *-* Pero tengo que confesarte que hay algo que desde que pasó me hizo sentir el hombre más afortunado del mundo y fué el momento en el que tus manos tomaron las mías, ese momento en que sin miedo me diste la mano como a un niño para que no estuviese más solo, para que no volviese a tener miedo ni pasara los problemas sin una compañia a su lado. Ahora cuando pones tus manos sobre mi rostro haces que sienta una paz, una tranquilidad infinita y una sensación de cariño increíble. Sin hablar de lo loquito de amor que me pones cuando siento tus manos entre las mías, como un par de rompecabezas que unen sus piezas para completarse, así me siento yo.
Tus manos tienen esa delicadeza que me lleva a querer consentirlas, tratarlas con mucho cuidado para no herirlas, a querer cuidarlas y pintarlas♥ Y me hacen querer tomarlas y nunca soltarlas. Que tus manos con las mías ahora son una sola, pues cuando caminamos tomados de las manos en el parque, despacio, mientras el tiempo se detienen para que ese momento sea sólo de nosotros dos, para sentirnos afortunados de tener a alguien que camine con nosotros.
A veces pienso ¿Que haría sin la sensación que me producen tus manos al tocarlas?,
¿Que pasaría si no volviese a tenerlas más junto a las mías? me volvería loco no sentir la sensación de tanto amor cuando tus manos tocan mi cuerpo que hace que te ame más y más. Nada se compara con los momentos que hemos pasado tu y yo, en los que sin importar nada siempre hemos salido victoriosos de cada batalla y así será porque NUNCA NOS SOLTAREMOS DE LAS MANOS, y siempre caminaremos JUNTOS.
Esas son las pequeñas cosas que han hecho que cada día yo me enamoré más y más de ti como si fuera la primera vez.